La UPM-Instituto Popular de Mercedes, una escuela secundaria histórica de la localidad correntina, implementó una estricta prohibición del uso de celulares dentro del establecimiento, y el resultado ha sido un «éxito absoluto».

La rectora de la institución, Alba Gadea, explicó en diálogo con Radio Dos que la medida, inicialmente difícil y cuestionada, logró su objetivo principal: que los estudiantes volvieran a socializar entre ellos.
«En la escuela está terminantemente prohibido el celular. No pueden utilizarlo ni alumnos, ni docentes, ni el personal… Ahora hablan en los recreos entre ellos, y charlan con nosotros. Antes parecían máquinas», afirmó Gadea.
La rectora detalló los cambios positivos que trajo la restricción:
Gadea aclaró que los dispositivos solo se usan en clases específicas con fines pedagógicos, y se mantienen guardados en las mochilas el resto del tiempo.
La medida fue recibida con gran entusiasmo por los padres de los alumnos, quienes están «contentísimos» porque ven a sus hijos socializar más. La rectora insistió en que el uso desmedido de las pantallas constituye una adicción que no beneficia a nadie, y señaló que incluso hay alumnos que ahora se «olvidan del celular en las casas».