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Formosa y Corrientes tienen los índices más altos de mortalidad infantil en el país

Las provincias con mayores tasas de mortalidad infantil durante el 2021 fueron Formosa, Corrientes, La Rioja y Jujuy, con valores levemente superiores a 10 por 1000 nacidos vivos, según el último informe del Ministerio de Salud de la Nación. Todas las provincias del Nordeste superan el promedio nacional.

La tasa de mortalidad infantil relaciona las defunciones de menores de un año ocurridas durante un año y el número de nacidos vivos registrados en el transcurso del mismo año. Se expresa habitualmente cada 1000 nacidos vivos. Hasta el 2020, la provincia de Corrientes logró decrecer esa tasa; pero volvió a aumentar según el último informe de las estadísticas vitales.

El Gobierno nacional anunció con orgullo que Argentina volvió a la tendencia de reducción de un punto porcentual y alcanzó el mínimo histórico en este indicador a nivel país. Sin embargo, Corrientes pasó de una tasa de 10,9 en mortalidad infantil en 2020 a 11,2 en 2021.

Entre las provincias que superaron el promedio nacional (8) se encuentran también Chaco (9,5) y Misiones (8,4). Las de menor tasa durante el 2021 fueron Ciudad de Buenos Aires, La Pampa y Neuquén, con menos de 5 muertes por 1000 nacidos vivos.

Un informe de la Dirección de Estadísticas y Censos de Corrientes muestra que “este indicador disminuyó más del 29 % en 9 años, gracias a políticas públicas y sanitarias que mejoraron la calidad de vida”. Por ejemplo, la tasa de mortalidad infantil en la provincia en 2015 fue de 14,6.

Nivel de instrucción

Un equipo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) reveló información que no está disponible a través del sistema de estadísticas oficiales: la tasa de mortalidad infantil (TMI) según el nivel de instrucción de la madre en las cuatro provincias del Nordeste argentino.

En Corrientes, el riesgo de los hijos de madres con bajo nivel educativo alcanzaría casi los 16 niños por cada 1000 nacidos vivos. Esa tasa casi duplica a la observada entre madres con una instrucción alta.

Mientras que el equipo de investigación puso el foco en Formosa, donde los hijos de las formoseñas más educadas sería solo de 7,3 cada 1000 nacidos vivos. A diferencia del valor para las madres con instrucción baja de esa provincia, que trepa a los 28,8 niños en riesgo de mortalidad por cada 1000 nacidos vivos.

El trabajo fue recientemente publicado en la revista Folia Histórica del Nordeste, y fue elaborado por Marcos Javier Andrada, Víctor Eduardo Torres y Carola Leticia Bertone.