La 15ª edición del Festival Taragüí Rock, conocido como el «Gigante del NEA», transcurrió «sin penas ni glorias», dejando una profunda decepción entre los fanáticos. El evento, que por primera vez no contó con grupos de renombre nacional o internacional, se vio marcado por la baja convocatoria (no superó las mil personas en ambas jornadas) y una insólita decisión de la organización.

En un hecho que generó gran controversia, la organización, a cargo del Instituto de Cultura de la provincia, solicitó a tres bandas referentes reprogramar su actuación, alegando la excusa de las «inclemencias del tiempo» y las «probabilidades de lluvia».
Las bandas afectadas que no se presentaron fueron:
Germán Lesme, mánager de Kachiporros, confirmó a época que estaban listos para viajar, pero la organización les pidió a las tres bandas reprogramar, lo que fue un «bajón» para el grupo paraguayo.
El resultado fue una edición reducida a un espectáculo de músicos regionales, con el cierre a cargo de Mango Dub.
A pesar del fracaso general, la nota positiva la dieron los artistas locales, quienes ofrecieron actuaciones de gran calidad:
Los críticos señalan que la edición estuvo lejos del verdadero espíritu del festival, lamentando la falta de difusión, anticipación y la oportunidad perdida para que las bandas locales ganaran visibilidad junto a figuras nacionales.
Fuente: Diario Época