En un contexto nacional de casi nulo crecimiento del empleo formal privado, la provincia de Corrientes se destacó con un notable aumento interanual del 2,2% en la generación de puestos registrados. Así lo revelan los datos de abril de 2025 publicados por el Ministerio de Capital Humano, que muestran un panorama laboral desigual en el país. A nivel nacional, solo se sumaron 3.504 empleos formales en un año, lo que representa un marginal 0,05%.
Corrientes se posicionó entre las siete provincias con mejor desempeño en este indicador, superando a distritos de gran envergadura como Santa Fe, Córdoba o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según los analistas, este repunte podría estar ligado al dinamismo de sus sectores agroindustriales y al impacto del empleo público, ambos cruciales para las economías de la región del Nordeste Argentino.
La provincia de Corrientes se ubicó en el cuarto lugar del podio de crecimiento porcentual, solo detrás de Neuquén (3,7%), Tierra del Fuego (3,4%) y San Juan (2,5%). Por encima del 1% de crecimiento interanual, también se encuentra Formosa (2,1%). Este desempeño es particularmente relevante si se considera que once provincias registraron caídas en la cantidad de asalariados formales, siendo las más afectadas Santa Cruz (-7,7%), Salta (-4,7%) y Catamarca (-2,7%). Misiones (-2,4%) y Chaco (-0,3%) también exhibieron retrocesos, evidenciando la marcada heterogeneidad del mercado laboral argentino.
A pesar de su peso demográfico, grandes jurisdicciones como Buenos Aires, Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mostraron un crecimiento mínimo. Buenos Aires sumó 5.077 nuevos empleos formales en un año, lo que significa un aumento de apenas el 0,26% en relación con su vasto mercado laboral. Córdoba y Santa Fe, por su parte, no alcanzaron los 500 puestos nuevos, con tasas menores al 0,3%. El economista Osvaldo Giordano, del IERAL, enfatizó que «el empleo privado formal está estancado» en los grandes distritos, donde el dinamismo de algunos sectores no es suficiente para generar cambios visibles en el conjunto.
A nivel país, el balance es poco alentador. Entre abril de 2024 y abril de 2025, el total de asalariados formales en el sector privado solo aumentó en 3.504 puestos. Esta cifra es mínima en un país que, para acompañar el crecimiento poblacional, necesita entre 150.000 y 200.000 nuevos empleos anuales. «No alcanza ni para cubrir la demanda demográfica», advirtió un especialista, señalando que «el resultado es más subempleo o informalidad».
Si bien la flexibilización laboral introducida por la Ley Bases y otras normativas recientes podrían haber incentivado la regularización de algunos trabajadores informales, la economista Nuria Susmel, de FIEL, relativizó la mejora. «No es que el empleo esté creciendo. Solo se está recuperando de una caída anterior. Y lo hace muy lentamente porque la productividad promedio es baja frente al alto costo que enfrentan las empresas para contratar formalmente», explicó.
La alta presión fiscal, los convenios laborales inflexibles y la burocracia judicial continúan siendo factores que desalientan la formalización, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas. Ante este panorama, Giordano propuso reformas estructurales urgentes, como la eliminación de impuestos distorsivos, la mejora de la infraestructura y la reforma de los sistemas judiciales laborales.
En este complejo escenario nacional, Corrientes se erige como una excepción, demostrando que es posible generar empleo formal en el sector privado gracias a políticas públicas y sectores productivos activos.