El mandatario, que juró en su tercer mandato, hizo énfasis en el desafío que afronta para mitigar la pobreza.
El presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva juró en el Parlamento en Brasilia y de inmediato dirigió un discurso enfático y con un duro mensaje contra su antecesor Jair Bolsonaro. Y sintetizó señalando que “se trató de una auténtica máquina de mentiras”.
Afirmó que en estas elecciones “la verdadera victoria es de la democracia” y describió como “aterradora” la situación en que la pasada administración dejó el país. Devastación, desmantelamiento y destrucción fueron algunas de las palabras utilizadas por Lula para referirse a la administración anterior.
«Si estamos aquí hoy, es gracias a la conciencia política de la sociedad brasileña y al frente democrático que formamos a lo largo de esta histórica campaña electoral. La democracia fue la gran vencedora de esta elección», declaró Lula.
El nuevo mandatario sostuvo que en las elecciones que ganó el 30 de octubre, debió enfrentar «la mayor movilización de recursos públicos y privados que jamás se haya visto». Y sostuvo que fue esa «la campaña más objetable de mentiras y odio en una conspiración para manipular y avergonzar al electorado brasileño».
«Nunca los recursos del Estado fueron tan malversados en beneficio de un proyecto de poder autoritario», declaró.
Defendió a la Justicia Electoral y al sistema de elecciones electrónica. Sostuvo que los magistrados hicieron “prevalecer la verdad de las urnas sobre la violencia de los detractores”.
El mensaje también estuvo cargado de su compromiso social, respecto a resolver las carencias de un país en el cual volvió el hambre que afecta a 33 millones de brasileños, una capa importante de pobreza. Remarco que tenemos “una gran porción de la población que necesita simplemente sobrevivir”.
A lo largo “de esta campaña vi la esperanza brillar en los ojos del pueblo sufrido… que perdió derechos esenciales, salud, educación”, afirmó. Y volvió a arremeter contra el gobierno de Bolsonaro al sostener que se “desmontó la educación, la cultura, la tecnología, se destruyó la protección social, los recursos escolares, la seguridad pública, la protección de la floresta”.
Recordó entonces su compromiso en las anteriores dos presidencias que tuvo a su cargo, respecto a lograr que los brasileños puedan tener tres comidas al día.
El presidente anunció que se anularán todas las medidas que han permitido la compra de armas y municiones, “que tanto mal han causado a las familias brasileñas. Brasil precisa de seguridad, de educación, de cultura para que que sea un país mas justo”, no de armas, remarcó.
Y señaló su compromiso para que Brasil regrese como un líder mundial al tiempo que revindicó al Mercosur entre otros organismo para la integración sudamericana.