Alejandro Passarelli, un reconocido médico oriundo de Cipolleti, que estaba internado en grave estado por coronavirus en la Clínica San Agustín en Neuquén -desde el 14 de marzo- se convirtió en la primera fatal de la provincia de Río Negro y elevó a 13 el número de víctimas fatales en Argentina. Tenía 59 años.
Su hermana, Cecilia, fue quien dio a conocer la noticia en su cuenta de Facebook: «Q.E.P.D hermanito, #NoTengoConsuelo» en la red social.
En el caso de este paciente su diagnóstico de COVID-19 resultó difícil de determinar porque en el primer análisis realizado por el Instituto Malbrán había dado negativo. Luego, ante la persistencia del cuadro compatible con coronavirus, el Laboratorio Central de Neuquén estudió una segunda muestra, que resultó positiva y que finalmente fue reconfirmada en el Malbrán.