Los indicadores de la actividad económica en Argentina mostraron un freno en julio, según datos del INDEC. La industria manufacturera retrocedió 2,3% y la construcción 1,8% en la medición mensual desestacionalizada. Este estancamiento refleja el impacto de la menor demanda interna y la incertidumbre económica.

A pesar de las caídas mensuales, el acumulado de los primeros siete meses del año sigue siendo positivo para ambos sectores. Sin embargo, la tensión cambiaria, el aumento de tasas de interés y el reciente ruido político han acentuado el enfriamiento de la economía, con una marcada disminución del consumo en varios rubros.
En la industria, nueve de las dieciséis divisiones registraron caídas interanuales, destacándose las bajas en sectores como alimentos y bebidas, prendas de vestir y vehículos automotores. Por otro lado, la construcción mostró un crecimiento interanual de solo 1,4%, una cifra significativamente menor a las subas de dos dígitos registradas en el primer semestre.
El informe también detalla un comportamiento dispar en los insumos para la construcción: mientras algunos materiales como los mosaicos y el asfalto subieron, otros como el yeso y los ladrillos huecos mostraron caídas importantes.