Según el último informe del INDEC, durante el mes de mayo la canasta básica total (CBT), que establece el umbral de la pobreza, disminución un aumento del 7,2%, por debajo de la inflación del 7,8% en ese mismo período. Esto significa que una familia compuesta por dos adultos y dos niños necesitó un ingreso mínimo de $217,916 para no ser considerado pobre.
Por otro lado, la canasta básica alimentaria (CBA), que determina la línea de la indigencia, también experimentó un incremento del 5,2%. Por lo tanto, ese mismo grupo familiar necesitó $99,053 para cubrir las necesidades alimentarias básicas y no caer por debajo del umbral de la indigencia.
En términos interanuales, ambas canastas mostraron un aumento superior al índice de inflación, con incrementos del 118,6% y 122,6% para la CBT y la CBA, respectivamente. Estos datos reflejan la difícil situación económica que atraviesan los hogares y la creciente brecha entre los ingresos y los costos de vida.
El informe también detalla los ingresos necesarios para superar la línea de pobreza e indigencia en distintos tipos de hogares. Por ejemplo, una persona necesitó $70,523 para no caer en la pobreza, mientras que una familia de cuatro integrantes requirió un ingreso mínimo de $217,916. En el caso de la línea de indigencia, los ingresos necesarios oscilaron entre $32,056 para una persona y $104,182 para una familia de cinco personas.
Estos números reflejan la preocupante realidad económica que enfrentan muchas familias en el país y la importancia de implementar políticas que promueven el acceso a un empleo digno y garantizan condiciones de vida adecuadas para todos los ciudadanos.