SpaceX no quiere perder el envión del histórico quinto vuelo de pruebas de la Starship, y ya ha anunciado la fecha para el sexto lanzamiento. La compañía de Elon Musk informó que la nave impulsada por el gigantesco cohete Super Heavy volverá a despegar el lunes 18 de noviembre.
La ventana de lanzamiento se abrirá a las 16:00, hora del centro de EE. UU. (las 23:00 de España), y durará 30 minutos. Si se registran inconvenientes técnicos o el clima no acompaña, el despegue de la Starship se postergará a una fecha por definir, como ya es costumbre.
De acuerdo con SpaceX, el objetivo del próximo vuelo de la Starship es expandir los conocimientos que se obtuvieron tras la prueba más reciente de mediados de octubre. Vale decir que la empresa aeroespacial se ha puesto objetivos muy importantes y va por una nueva hazaña.
En primer lugar, otra vez se buscará capturar el cohete Super Heavy durante su descenso utilizando la torre Mechazilla. El éxito del primer intento les permitió a los ingenieros de SpaceX recabar información muy valiosa para hacer modificaciones tanto en el hardware del booster como en el software que se utiliza para controlarlo.
Pero la gran novedad del sexto lanzamiento de la Starship es que se tratará de volver a encender uno de sus 6 motores Raptor cuando todavía esté en el espacio. Algo mucho más importante de lo que se podría llegar a pensar, en especial al mirar hacia el futuro. Esto se debe a que contar con dicha capacidad —y que su funcionamiento sea correcto y confiable— es fundamental para que la nave pueda reingresar a la atmósfera terrestre de forma controlada.
Independientemente de que la Starship logre o no encender un motor estando en el espacio, su trayectoria será muy similar a la del vuelo previo. Esto significa que la historia finalizará con un amerizaje en el océano Índico.
Más allá de los objetivos que se plantea SpaceX para el próximo lanzamiento de la Starship, no se tratará de un vuelo más. El sexto despegue marcará la despedida del modelo de primera generación de la nave, ya que a partir del siguiente comenzará a usarse una nueva versión con varias modificaciones notorias.
«Futuras naves, comenzando con el vehículo planificado para el séptimo vuelo de pruebas, tendrán mejoras significativas que incluirán el rediseño de los flaps delanteros, tanques de combustible más grandes y la última generación de placas y capas de protección térmica secundaria, mientras seguimos iterando hacia un escudo térmico completamente reutilizable», explicaron desde la firma de Musk.
Los avances que SpaceX logre con la Starship no solo son cruciales para el futuro de la compañía y su objetivo final de llevar humanos a Marte, sino también para el programa Artemis de la NASA. No olvidemos que la misión Artemis III, que llevará astronautas de regreso a la Luna en septiembre de 2026, depende de un módulo de alunizaje basado en la Starship.
Sin embargo, todavía quedan muchos desafíos por resolver. El más importante: demostrar que el módulo desarrollado con base en la Starship puede repostarse varias veces en el espacio de forma segura antes de recibir a los tripulantes que despegarán con el cohete SLS y la nave Orión, y que luego seguirán su camino hacia la Luna en el vehículo de SpaceX.