Si bien fue absuelta por el delito de asociación ilícita, el Tribunal Oral Federal 2 determinó su sentencia por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública. Kirchner no irá a prisión por contar con fueros y el fallo en primera instancia abrirá un largo período de apelaciones antes de quedar firme, por lo que le permitiría presentarse a cualquier cargo en las elecciones generales de 2023.
El Tribunal Oral Federal 2 condenó este martes a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a 6 años de prisión e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública con la obra pública en Santa Cruz.
El Tribunal además absolvió a la vicepresidenta, Lázaro Báez, José López y Nelson Periotti del delito de asociación ilícita por el que habían sido acusados en el juicio por la obra pública en Santa Cruz.
Al cabo de tres años y medio de debate judicial, la sentencia fue leída después de las 17.30 de este 6 de diciembre por los jueces que integran el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso.
Por otra parte, el Tribunal condenó hoy al exsecretario de Obras Públicas José López a seis años de prisión e inhabilitación especial perpetua para ejercer cargos públicos por el delito de administración fraudulenta en perjuicio del erario público.
La vicepresidenta siguió la audiencia por YouTube desde su despacho del Senado y rodeada de dirigentes cercanos del Frente de Todos.
A pesar de que esta tarde se conoció el veredicto, los jueces disponen de un período de 40 días hábiles para dar a conocer sus argumentos, lo que -tomando en cuenta la proximidad de la feria judicial de enero- estira los plazos al primer trimestre del año próximo.
Kirchner no irá a prisión por contar con fueros y el fallo en primera instancia abrirá un largo período de apelaciones antes de quedar firme, por lo que le permitiría presentarse a cualquier cargo en las elecciones generales de 2023.
El juicio comenzó en mayo de 2019 y celebró casi un millar de horas de audiencias, que tuvieron su etapa más resonante con los alegatos de la fiscalía y las defensas.
Desde el inicio del juicio, la vicepresidenta sostuvo que su condena «está escrita de antemano» al denunciar que se trata de «un juicio político» contra el kirchnerismo. «Obviamente habrá una condena», había anticipado al diario brasileño Folha de Sao Paulo.
Cristina Kirchner fue acusada, junto a otras 12 personas, por la adjudicación supuestamente irregular de contratos de obras públicas en la provincia de Santa Cruz (sur) durante sus dos mandatos como presidenta.
Los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola habían pedido para ella 12 años de prisión al considerarla «jefa de una asociación ilícita» y por defraudación, además de solicitar la inhabilitación política para ejercer cargos públicos.
La vicepresidenta anticipó que más allá de una sentencia condenatoria, seguirá en política. «Opinar y decir lo que me parece que hay que hacer para salir y construir un país mejor para nuestra gente, a eso no voy a renunciar nunca», advirtió.
En sus palabras finales ante el tribunal, Kirchner acusó a los jueces de haber «inventado y tergiversado» los hechos. «Esto es un pelotón de fusilamiento», dijo.
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